El día en principió placido y sereno, después de tomar mi desayuno y hacer mis ejercicios de meditación para intentar dominar la nueva voz que no deja de molestarme y sacarme de quicio cada día….
Descubro cómo las molestias que tenía en mi barco, por arte de magia (no la mía.. o eso creo), han desaparecido, dejándome en una plenitud y una serenidad que hacía mucho tiempo que no sentía, empezaba a temer que esa voz que cada día resuena con más fuerza, me obligara a tomar medidas…. Por suerte no ha hecho falta.
Después de unos días navegando plácidamente por el río Stir, descubrí un vista maravillosa los Megalitos Antiguos, leí sobre ellos en algún escrito en mi ciudad natal, pero nunca imaginé lo impresionante que se verían en persona…
Al final conseguí llegar a Unterbaum, el lugar donde poder preguntar y conseguir información sobre el escurridizo Ernst Heidlemann y la supuesta miembro de la Corona Roja Etelka Herzen.
Allí encontré a una humana que me podria ayudar a manejar el barco, ya que una sola persona puede pero es agotador, es una tal Talunda, una barquera que con anterioridad fue cazaratas, tal vez ese fue el detonante que hizo que quisiera que se uniera a ella, al recordar a la única humana que soporto a su lado y que fue trágicamente asesinada por la cazadora de brujas.
Antes de partir un tal Johann Johannson, interesado en encontrar trabajo se interesó en mi campaña personal de acabar con todo mal en esta tierra tan corrupta o por lo menos no resultó ser una molestia sin más.

Al llegar al pueblo de Unterbaum, conocemos a sus gentes, bastante agradables y cordiales, soretodo el lider de la… cómo expresarlo… Comuna de gente con pocos recursos y pocas ganas de trabajar… pues eso el líder de la Comuna era un tal Corrobreth, un supuesto druida, con ganas de que limpiáramos de gente poco amistosa su pueblo y sus inmediaciones.

Al ir a la posada mas arriba del río siguiendo las indicaciones de Corrobreth, descubro que como siempre la humanidad solo quiere extinguirse y se lo están empezando a merecer, nos echan de la misma posada, simplemente por entrar en los aposentos de una cultista del caos, está claro que todo esto me saca mucho de quicio, estos guardias y la posadera solo merecen un final rápido, pero muy a mi pesar me contengo las ganas.
Después de una agónica espera, descubrimos que ya se han ido hacia el Cuenco del Diablo, conseguimos que Corrobreth, nos acompañe y nos guie de camino al cuenco para poder detener los malvados planes de Etelka de conseguir la supuesta piedra bruja.
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